Las previsiones meteorológicas y el fuerte aguacero caído entre las cinco y las seis de la tarde sobre nuestra ciudad, obligaron a nuestra Hermandad a suspender la Estación de Penitencia por las calles de nuestra ciudad.
No pudo ser. Nuestros Titulares se quedaron en nuestra Capilla y las ilusiones de todos los hermanos quedaron truncadas.
Ya soñamos con el próximo Domingo de Ramos... con doble de ganas, y de ilusión. Sólo quedan 356 días.